Artefacto como nuestra manera de experimentar y procesar la ciudad, interpretando Madrid a partir de la información que proviene del ambiente.

jueves, 12 de enero de 2012

Divina arte urbana


Tiempo. Quizá el más bello de los Dioses. Quizá el minos recordado, el minos alabado. Pinta él mismo con la suciedad del día-a-día las inscripciones murales de su culto. Silencioso y sincero. Por veces figuras indescifrables surgen tranquilamente, día tras día, en los muros de nuestras limitaciones. Pero es que somos nosotros incapaces de comprenderlas. Oscurecidos frente el culto de otros dioses más famosos. Pero es complicado entender un Dios tan lindo y impasible que comunicase través de tanta arte urbana. Arte humilde pero grandiosa para quien sabe degustar agradablemente su Criador.


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